Uno de los elementos clave en las granjas ganaderas de engorde es el almacenaje de los compuestos alimenticios, harinas o pienso. Desde antiguo la solución más utilizada han sido los silos, ya sean los primeros excavados en el suelo, los fabricados en madera o los más recientes en hormigón, o chapa de acero galvanizado ondulado o liso o incluso los de poliester.
En Metaga tenemos una experiencia de 49 años en la fabricación y mejora de silos habiéndolos fabricado en chapa ondulada atornillada y actualmente desde hace ya 23 años en chapa galvanizada lisa y soldada.
La evolución con los años de la composición de los piensos ha hecho que los silos se hayan tenido que adaptar para cumplir su función de manera optima. En Metaga hemos ido corrigiendo las disfunciones que observábamos que conllevaban las nuevas formulas de composición de los piensos, provocadas entre otras cosas por la inclusión de nuevos componentes en éstos, como grasas y melazas. Vimos que provocaban una mayor adherencia a las paredes del silo y por tanto menos fluidez, lo que se traducía en apelmazamiento, tapones, efectos bóveda y tubo, y desaprovechamiento de la capacidad del silo. Para superar estos inconvenientes la pieza esencial del silo que fuimos mejorando es el cono de salida.
Como decíamos, hemos ido optimizando el diseño del cono de salida del silo para garantizar su perfecto funcionamiento al almacenar los piensos. Para ello el parámetro fundamental que hemos ido variando es la inclinación, la cual hemos ido aumentando para resolver el problema comentado. Otro parte del cono con un papel importante a la hora de facilitar la caída del pienso es la boca de salida, la cual podríamos haber aumentado para mejorar en este sentido. Aún así decidimos modificar solo la inclinación y mantener el diámetro original y la brida o arandela soldada a la boca de salida, y de esta manera garantizar la compatibilidad de piezas y complementos que pudieran acoplarse a ella independientemente de la antigüedad del silo o de la pieza o elemento a acoplar.