En una entrada anterior sobre silos de granja referida a la inclinación de los conos de salida, ya hablamos de la importancia de garantizar la caída de la harina con fluidez. En ese artículo nos centrábamos en la inclinación del cono como factor determinante para ello. Pero no es el único, ya que podemos encontrar problemas derivados de una mala circulación de la harina o pienso no solo en el cono, sino que también en las virolas cilíndricas (cuerpo del silo), a cuyas paredes en determinadas circunstancias se puede adherir el pienso o incluso los granulados, provocando cúmulos que pueden llegar a la putrefacción e incluso a deteriorar la chapa del silo. En este caso las causas pueden ser diversas: Harina o pienso con humedad, uso de chapa ondulada que colabore en el agarre del producto, sistema atornillado en la unión de las chapas permitiendo holguras y por tanto la entrada de humedad, etc.
Con la experiencia de años de Metaga, hemos ido viendo estos problemas y les hemos ido aportando soluciones. Hace años en Metaga se fabricaban silos con chapa ondulada atornillada, los cuales causaban los problemas comentados anteriormente y esto nos llevó a descartar la fabricación de silos mediante este sistema y a hacerlo siempre mediante chapa lisa, galvanizada y soldada.
Podemos decir que el uso de chapa galvanizada nos asegura mayor resistencia del material ante la corrosión de los piensos, al ser chapa lisa dificulta que esos piensos se peguen a las paredes de los silos favoreciendo el deslizamiento, tanto en el cono como en el cuerpo. Además las uniones mediante soladura aseguran que estas sean herméticas frente a humedades a diferencia de las uniones atornilladas, las cuales con el tiempo cogen holguras y permiten la entrada de humedad.